Los estudiantes de 1er año compartieron una hermosa jornada de convivencia. Durante esta actividad, tuvieron la oportunidad de reconocer sus propias fragilidades y fortalezas, lo que los ayudó a entender mejor a sus compañeros y a ellos mismos. La convivencia con sus compañeros les enseñó a valorar las diferencias y a celebrar las similitudes, fortaleciendo los lazos que los unen.
En este encuentro no solo aprendieron y se divirtieron, sino que también reforzaron la importancia de la colaboración y el respeto en su día a día. Cada momento compartido les recordó que, aunque a veces se sientan frágiles, juntos son más fuertes y capaces de superar cualquier desafío.
Agradecemos a Dios por los frutos de esta convivencia, ya que nos sentimos más unidos como comunidad y motivados a seguir creciendo juntos.