CON GIANELLI, CAMINANDO ALEGRES EN LA MISIÓN
Durante esta novena en honor al Padre Fundador meditaremos y recorreremos su vida, intentando descubrir qué nos dice Gianelli hoy, para animarnos a vivir con mayor alegría y celo apostólico nuestra vocación cristiana a la misión. Sin lugar a dudas, nos volverá a repetir:
“No voy a hablaros de la oración, sólo os diré que probéis. Gustad y ved que bueno es el Señor; hay que probar y perseverar…”
Invocaciones para todos los días:
“Glorioso San Antonio Gianelli, Apóstol de la Virgen del Huerto, alcánzanos tu devoción a la madre de Dios, y mediante ella la salvación de nuestras almas.”
Oración para todos los días:
“Oh San Antonio María Gianelli, que has demostrado con la vida tu gran caridad, ven en ayuda de aquellos que sufren. Muestra a todos el camino de la salvación y haz que la capacidad de bien que Dios nos ha dado, sea como fuego que arde y se comunica, produciendo fraternidad y paz. Obtennos de Dios la gracia que tanto anhelamos… Danos la serenidad del espíritu y que podamos progresar en el bien hasta llegar a la vida eterna. Amén.”
Oración Final para cada día:
“Te damos gracias, oh Señor, por San Antonio María Gianelli, en él celebramos las maravillas de tu amor. Tú lo has colmado de dones de naturaleza y gracia y nos lo has dado como padre y maestro. Él fue un hombre profundamente humano, atento y abierto a los signos de los tiempos, y al mismo tiempo un hombre de Dios animado por el espíritu. Concédenos, te rogamos, hacerlo presente en nuestra persona y ser como él, fieles al hombre y fieles a ti en el servicio de todos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.”
Oración Breve:
“San Antonio María Gianelli, nuestro Padre Fundador, a vos acudimos con fe y te pedimos una gracia especial, ruega por nosotros a nuestra Madre María del Huerto. Amén.”
Primer día: “Gianelli, hijo de una familia.”
Intención del Día: Por los niños de nuestra Comunidad.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“Reaviven en ustedes aquella fe que han dejado adormecer y juntos empeñémonos por descubrir horizontes nuevos, motivos de alegría más profundos, verdaderos y permanentes…”
Antonio Gianelli aprendió en su familia los grandes valores de la vida: la fe, el amor al trabajo, la preocupación por los otros, la pertenencia a la Iglesia. En la familia, todos son importantes. San Pablo lo reconocía así al dar sus consejos a los papás, a los hijos, a los maridos, a las esposas, a los jóvenes, a las personas adultas o de tercera edad. La familia debería ser una escuela en donde se va aprendiendo la convivencia social desde los primeros años de nuestra vida: en la familia hay ancianos, niños, personas de diverso grado cultural, distintas opiniones, criterios y tipos de carácter. También de diverso grado de vivencia de la fe.
Sin embargo, todos ellos tienen un lazo de sangre y de amor que les hace superar las diferencias. Las familias cristianas tienen un gran compromiso para con toda la sociedad. Tienen que demostrar con hechos concretos que la práctica del amor y la comprensión de los demás son posibles en medio de una sociedad egoísta. Demostrar que Dios es poderoso y puede convertir el corazón humano, a veces duro como la piedra, atento a las necesidades de los otros.
Signo: Un ramo de flores.
Propósito del día: Pensar en dos momentos de mucha alegría y agradecer.
Virtud del Día: Alegría.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Segundo día: “Surge un Santo entre los Santos.”
Intención del Día: Por los jóvenes, especialmente los que sufren.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“La santidad de ustedes debe consistir en hacer siempre el bien en provecho de sus semejantes.”
San Antonio María fue en toda su vida un modelo perfecto del trabajo cristianamente aceptado y cumplido. Ya de niño, sus padres le enseñaron a trabajar para colaborar en las necesidades de la casa. Antonio se entregó a las labores con todo empeño, mostrando habilidad para las tareas y acompañando el trabajo con la práctica de la piedad y el rezo del Santo Rosario. Seminarista, alternaba la oración y el estudio. Sacerdote, fue infatigable misionero, recorriendo a pie los pueblos, predicando innumerables sermones, dedicando largas horas al confesionario, robando al sueño la mayor parte de la noche, que dedicaba a la oración, al estudio y a la composición de libros. Sólo por su extraordinario trabajo y dedicación se explican las obras y empresas que realizó en su vida. Para él, el trabajo, acompañado siempre de la oración, fue alimento de su vida espiritual, medio de apostolado y contribución a la obra redentora de Cristo. Así debe ser también para el laico gianellino.
Signo: Carteles con las obras de misericordia corporales y espirituales.
Propósito del día: ¿Cuántas son las obras de misericordia espirituales? Elegir una para poner en práctica.
Virtud del Día: La Santidad.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Tercer día: “Ser misionero de nombre no basta.”
Intención del Día: Por los lugares de misión gianellinos.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“Encendamos en nosotros el verdadero anhelo de la divina gloria y de la salvación de las almas y entonces seremos verdaderos, celosos, activos misioneros.”
“Un misionero es un hombre que arde en caridad y, por eso, va encendiendo todo lo que encuentra a su paso; un hombre que desea y procura, por todos los medios, encender al mundo entero en el fuego del amor de Dios. Nada lo asusta; se goza en las privaciones, no le importan las calumnias, se alegra en los sacrificios. No piensa en otra cosa sino en cómo seguir e imitar a Jesucristo en trabajar, sufrir y procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de la gente.”
Aquí está reflejado el ideal de Gianelli y el de todo cristiano laico gianellino. Gianelli fue un buscador de su ideal. Joven estudiante, después seminarista, se ofreció como misionero recién ordenado sacerdote, y se le encargó el cuidado de la Iglesia de San Mateo.
Se dio cuenta de que no era ese su lugar y se dedicó a la enseñanza, hasta que fue enviado como párroco a Chiávari. Allí desplegó su pasión misionera y se dedicó a ser misionero apostólico, pasando por los pueblos y anunciando a todo el mundo que Dios nos ama y que debemos construir una sociedad basada en el amor.
Signo: Manos y pies.
Propósito del día: Realizar una obra de caridad.
Virtud del Día: Disponibilidad al servicio.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Cuarto día: “Gianelli, Hijo de la Oración.”
Intención del Día: Por las familias.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“Oren porque Dios lo quiere, oren siempre porque conviene, no dejen nunca de orar porque siempre es necesaria la oración, pero no se preocupen de los discursos elevados o de las muchas palabras.”
El sagrario fue el hogar donde se formó la vida espiritual de San Antonio María, y donde continuamente se encendían su amor a Dios y su celo por las almas. Para eso, visitaba frecuentemente a Jesús Sacramentado, pasaba largo tiempo meditando su amor, celebraba fervorosamente la santa misa y de mil modos practicaba su devoción a la Eucaristía. ¡Cómo deseaba unirse con Jesús! «Yo me abrazo espiritualmente con Jesús -decía-, y en este abrazo pasaría toda la eternidad.»
Signo: Dibujo de una puerta del Sagrario.
Propósito del día: Visitar un ratito al Santísimo.
Virtud del Día: Fe.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Quinto día: “Gianelli, Buen Pastor.”
Intención del Día: Por los docentes de todas las comunidades Huertanas Gianellinas.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“Todos estamos obligados a ayudar a los hermanos, a iluminarlos en la fe, a rendir gloria a Dios con nuestra vida… todos estamos llamados a ser predicadores, maestros de la Fe que hemos recibido.”
San Antonio María Gianelli es llamado “apóstol sin fronteras”. Desde niño, el Señor le infundió un ardiente deseo de salvar almas, y ese celo fue creciendo toda su vida. Se hizo misionero itinerante y se entregó completamente a la obra de las misiones, recorriendo toda su diócesis y algunas vecinas, anunciando la palabra de Dios en misiones, ejercicios y toda clase de predicaciones, tanto en las ciudades más populosas como en las más pequeñas aldeas.
Acompañó este apostolado de la palabra con el de la prensa, publicando libros y ensayos, difundiendo lecturas piadosas y fundando asociaciones para la propaganda religiosa. Y lo completó con el apostolado del buen ejemplo, en su palabra, en todo su porte, en su vida santa, que irradiaba a Dios y buscaba solo llevar almas a Él.
Signo: Huellas grandes.
Propósito del día: Elevar una oración a María por un docente que haya dejado huellas en tu vida.
Virtud del Día: Generosidad.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Sexto día: “Gianelli, Sacerdote modelo.”
Intención del Día: Por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“Dios puede convertirnos y por eso debemos rezar mucho. La conversión es el prodigio más grande de su sabiduría y de su poder infinito. Pero no se desanimen cuando vean que el don que piden tarda en llegar. Sean constantes y lo obtendrán.”
Gianelli fue un don para la Iglesia, principalmente por ser un evangelizador. Su meta era renovar la vida cristiana del pueblo, “plantar” la Iglesia donde no estaba, y conservar y defender la belleza de la Iglesia donde ya estaba. A través de la predicación de la Palabra, fue suscitando personas, grupos y movimientos para edificar la comunidad cristiana.
Despertó en los laicos la conciencia de su capacidad apostólica, derivada del bautismo. Sabían que podían y debían ser apóstoles en su propio entorno: los padres evangelizadores de sus hijos, la familia cristiana evangelizando su barrio.
En sus predicaciones populares, difundía la doctrina de que la santidad consiste en la caridad o amor a Dios y al prójimo. Ser santo es cumplir la voluntad de Dios, y quien más esfuerzo pone en cumplirla es más santo.
Preocupado por difundir los valores del Evangelio, Gianelli inventó creativamente medios para llegar a todos. Fundó instituciones de laicos y de religiosos, luchó por la renovación de la catequesis y descubrió oportunidades para valorar a la mujer en la Iglesia. En resumen, puso en marcha todo un mundo evangelizador, cuyas inquietudes pastorales siguen respondiendo a las necesidades actuales.
Gianelli fue un modelo de evangelizador por su entrega, testimonio, creatividad y por buscar lo esencial, sin perder tiempo en lo secundario. Su lema era encontrar las soluciones más oportunas y eficaces para los problemas más urgentes en la evangelización.
Signo: Incienso (humo).
Propósito del día: Rezar por los sacerdotes que nos acompañan, especialmente por los seminaristas.
Virtud del Día: Oración.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Séptimo día: “Gianelli, confiado a María como Modelo, Madre y Maestra.”
Intención del Día: Por las Hijas de María Santísima del Huerto y todo el Instituto.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“María es una tierna Madre que a todos, verdaderamente a todos, abre el seno de una inmensa caridad y misericordia…”
La piedad mariana de Gianelli no fue una evasión de los problemas reales, ni un simple consuelo en las penas de la vida. Era una piedad con un fuerte carácter apostólico. Para él, María era la poderosa aliada en la lucha contra el mal. Era el refugio de los pecadores, y al mismo tiempo, la fuente de aliento para los misioneros que predicaban su mensaje.
El amor de María por la humanidad fue simbolizado por Gianelli en su misericordia: “Ella es toda bondad, toda compasión, y basta ser miserable para merecer su ayuda y protección”. El corazón de una madre no puede ver sufrir a sus hijos o permitir que se pierdan. Ser “hijo de María” para Gianelli significaba buscar protección y fortaleza en la fuente misma del amor que fundamentaba su apostolado.
La devoción a María tiene mucho que ofrecer a la pastoral y a la renovación de la vida cristiana, no solo para pedir favores, sino para imitar sus virtudes.
Signo: Una planta verde.
Propósito del día: Rezar tres Ave Marías por todas las Hermanas de la Congregación, especialmente por las novicias.
Virtud del Día: Amor a María.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Octavo día: “Misionero ungido por la Caridad.”
Intención del Día: Por los enfermos.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“La caridad que el Evangelio enseña es olvidarse de sí mismos para dar gloria a Dios, para salvar a los hermanos.”
San Antonio María Gianelli se sintió fuertemente llamado por el Espíritu Santo a consagrarse completamente a Cristo y a predicar el Evangelio. Hizo una síntesis perfecta entre la misión y la vida evangélica. Vivió entregado a la misión como su manera propia de entregarse a Dios, de vivir unido a Cristo y a la Iglesia. Y en la misión, descubrió la necesidad de vivir de acuerdo con el Evangelio, imitando en todo la vida del Señor y de los Apóstoles, desprendido de sí mismo y dedicado por completo al anuncio del Evangelio.
Signo: Una cruz.
Propósito del día: Visitar a un enfermo o a alguien que esté pasando por un mal momento para compartir la Buena Noticia del Evangelio.
Virtud del Día: Fortaleza.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final.
Noveno día: “San Antonio María Gianelli, nuestro Padre Fundador”
Intención del Día: Por la Familia Gianellina dispersa por el mundo.
Oración inicial a San Antonio M. Gianelli:
Gianelli nos dice hoy:
“Ser misionero solamente de nombre no basta. Hay que tener el espíritu misionero, el cual, siendo caridad, debe ser operativo…”
Nuestro Padre fundador recibió del Espíritu Santo el carisma de la Caridad. Todos los que adherimos a su espiritualidad lo hacemos con la fuerza de la “Caridad Evangélica Vigilante”.
Gianelli veía la necesidad de expresar la caridad cristiana mediante gestos que mostraran nuestra atención y cuidado hacia las personas. Con su mirada de Padre y Pastor, fue sencillo en su estilo de vida. La actitud de vigilar nos invita a estar atentos para discernir los signos de los tiempos, descubrir la necesidad y hacernos presentes mediante respuestas orientadas a Dios y a los hermanos, de manera pronta, oportuna y creativa.
Signo: Báculo, mitra, estola, cruz, Biblia.
Propósito del día: Agradecer la vida y obra de nuestro Fundador, que miró la necesidad y se animó a dar una respuesta pronta.
Virtud del Día: Gratitud.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración Final